¿Por qué
organizar el evento?
Antes que nada, has
de preguntarte si lo que quieres organizar es la forma más rápida, fácil y
barata de transmitir al público beneficiario tu mensaje de la manera más
eficiente y personal posible. Actualmente, existen formas mucho
menos complicadas y caras de obtener los mismos resultados, como enviar un
informe o folleto promocional a los interesados, o usar los medios de
comunicación. Está claro que no se refiere a actividades en las que es decisivo
el contacto directo entre participantes por razones profesionales,
educacionales o de networking, a los viajes de incentivos, a las actividades dirigidas
a fomentar el espíritu de equipo (conocidas internacionalmente como team
building), o a los eventos organizados por motivos puramente lúdicos.
Planificación
y Organización del Evento
Si has tomado la
decisión de seguir adelante, el siguiente paso será plantearte si lo vas
organizar tú mismo, sea en solitario o como coordinador de un comité de
planificación, o si es mejor contratar una
agencia de organización o a un experto.
Si eliges la
segunda opción, puede que el experto en cuestión sea una persona con los
conocimientos prácticos necesarios, "prestada" por una entidad ajena,
o cualquiera de las muchas agencias, empresas
y profesionales que trabajan en el sector –organizadores
profesionales de congresos, convenciones y/o exposiciones (OPC), empresas
de gestión de destinos (DMC), agencias
de eventos, organizadores
de ferias y exposiciones, convenciones y reuniones, agencias
de incentivos, agencias
de viajes tradicionales, la organización
técnica, servicios
audiovisuales, servicios
profesionales, etc.–. Cualquier cosa que elijas, puede ser
satisfactoria siempre que los empleados de la empresa estén familiarizados con
la tarea; de lo contrario tendrás que asumir tú las tareas, lo cual puede
llevarte a una falsa ilusión de economía, por los previsibles fallos en los que
incurrirás.
Lo que has de tener
en cuenta cuando contratas a una persona o entidad ajena, es que no todas las
agencias, empresas o profesionales que se publicitan como tal son miembros de una
asociación profesional, como, por ejemplo, MPI (Meeting Professionals
International), SITE (Society of Incentive Travel Executives), la AEDMC
(Asociación Española de Destination Management Companies), SIMA (Spanish
Incentives and Meeting Association), OPC Andalucía, OPC Spain, o UNAV
(Unión Nacional de Agencias de Viajes).
Una forma de
abordar este problema es restringir el proceso de selección a aquellos
profesionales o empresas asociados que puedan proporcionarte cartas de recomendación
serias o que te hayan sido recomendados expresamente. Para evitar sorpresas
desagradables, sobre todo cuando organizas el evento en el extranjero, es
aconsejable usar proveedores muy recomendados, con un historial intachable. Con
esta finalidad, los convention
bureaus pueden proporcionarte información útil sobre lugares de celebración y
proveedores.
Tanto si confías en
tus propios recursos (organización interna) como si prefieres contratar una agencia o a un experto
externo, deberás constituir un comité. El perfil que buscas es de una persona
fiable, responsable y flexible que esté acostumbrada al trabajo en equipo y
autorizada para tomar decisiones. Por lo tanto, es imprescindible que el
coordinador esté implicado en el proceso de selección, con el derecho de vetar
el nombramiento de miembros improductivos, incompetentes o conflictivos.
Además, aunque no se debe dejar fuera a ninguna persona importante, es aconsejable limitar el
número de integrantes del comité a lo estrictamente necesario.
Una de las primeras
decisiones que debe tomar el comité de planificación es si se va a organizar el
evento con recursos propios o ajenos, parcial o totalmente, sin olvidar que,
según Cotterel, se necesitarán con toda probabilidad 250 horas, o
aproximadamente seis semanas de trabajo normales, más dos o tres jornadas de 18
horas justo antes de su celebración, para organizar una conferencia de dos o
tres días de duración para 200 personas.
Si eliges la
primera opción, debes identificar a los miembros del equipo encargado de la
organización (desde una sola persona hasta un grupo de personas, dependiendo
del tamaño del evento), incluyendo a los intermediarios, junto con las
diferentes fases del proceso de planificación en las que estará implicado cada
uno de ellos. En caso de elegir la segunda opción, se suele preparar una
petición de presupuesto (en inglés, Request for Proposal), que debe
incluir tanta información como sea posible, como el público beneficiario, la
asistencia prevista, las estadísticas de experiencias anteriores, de ser
posible, etc.
Formato del
Evento
Antes de empezar a
organizar el evento, hay varias cuestiones, todas relacionadas entre sí, que
han de estar muy claras para todos los implicados: por ejemplo, el formato.
Los eventos
empresariales, congresos de
asociaciones, retiros
profesionales, cursos o
cursillos de formación o de preparación individual, viajes
de incentivos, conferencias científicas
o médicas, reuniones
de golf, actividades de team
building, lanzamientos
de productos, campañas
de publicidad, ferias
de muestras: la lista es inagotable. Además, no va en contra
de las reglas los eventos multidisciplinarios o híbridos, mezclas de dos
o más actividades con la intención de llegar a un público más amplio, ahorrar
dinero o generar ingresos adicionales.
Público
Beneficiario y Asistencia Prevista
Aunque muchas de
las decisiones más importantes serán tomadas por la dirección, debe estar muy
claro para todos los implicados en la planificación (el coordinador y el comité
de planificación) cuáles van a ser el formato y la duración del evento.
Además, deben saber quiénes van a asistir y cuál es el número previsto de
asistentes.
Si no estás
completamente seguro del público al que te vas a dirigir o del número de
personas que van a asistir (lo que suele ser el caso cuando no hay estadísticas
de experiencias anteriores), la planificación (y la presupuestación) puede ser
de pesadilla.
En el caso de las
actividades lúdicas, cursos/cursillos, reuniones
en el día, viajes de incentivos y
actividades de team
building, esta cuestión no suele plantear problema alguno. No obstante, el
planteamiento sería diferente en el caso de que el evento fuera claramente
rentable. Por ejemplo, si implica varias pernoctaciones y coincide con un
período vacacional, quizá sea necesario permitir la asistencia
de cónyuges e hijos, con los problemas adicionales de organización y,
en su caso, un gasto extra. De hecho, hay conferenciantes que, al querer sacar
el máximo de este tipo de eventos, vienen acompañados de sus cónyuges, llegando
unos días antes de su comienzo y quedándose unos días después de su conclusión,
sobre todo cuando se celebra en el extranjero o en un destino exótico.
A menudo es
necesario contratar a conferenciantes o a jefes
de cursillo (a veces con mucha antelación), que quizá cobren honorarios además
de gastos de viaje y, si son extranjeros, necesiten a un
intérprete. Lo mismo se puede decir de los invitados
especiales, como personalidades o representantes de los medios de
comunicación.
También hay que
abordar la cuestión de la dotación de personal para el evento, que
dependerá de su envergadura. Puede que el personal trabaje para la empresa patrocinadora,
si es que dispone de una plantilla lo suficientemente amplia, o quizá sea
ocasional, lo que es probablemente la alternativa más barata cuando se organiza
en el extranjero. En el caso de eventos
deportivos o torneos, nunca debes pasar por alto la
posibilidad de utilizar a voluntarios. Asimismo, hay que tener en cuenta la
seguridad, sobre todo si se trata de una feria de muestras o un congreso
internacional o cuando se espera la asistencia de personalidades. Por último,
hay que tomar las medidas adecuadas para los asistentes con minusvalías.
Presupuesto
El siguiente asunto
en el orden del día es el presupuesto, que no es solamente una simple hoja de
cálculo sino un documento que combina actividades de planificación y de
gestión, incluyendo una lista de gastos previstos, fuentes de ingresos y el
beneficio previsto. En muchos casos, los organizadores se verán obligados a
trabajar con un presupuesto fijo. Por otro lado, es posible que se espere que
el evento alcance el punto de equilibrio o que arroje un beneficio a través de cuotas
de inscripción, venta de entradas, alquiler
de stands, patrocinio, subvenciones, comercialización, venta de
productos, etc. Si estás organizando un evento sin fines de lucro, es esencial
determinar desde el principio quiénes, entre el patrocinador y los
participantes, van a asumir cada capítulo de gastos.
Hablando de gastos,
a menudo se pasa por alto la necesidad de contar con un
seguro. Aunque las primas son cada vez más altas, debes considerar todos los
riesgos potenciales antes de determinar qué tipo de cobertura requerirás,
además de responsabilidad civil, que es imprescindible.
Puesto que es el
patrocinador quien normalmente sufraga los gastos, es aconsejable hacerle
partícipe en la planificación del presupuesto durante todo el proceso; esto
posee la ventaja añadida de mantener al coordinador y al comité de
planificación siempre al tanto de los acontecimientos. El coordinador debe
tener la responsabilidad exclusiva del presupuesto y de autorizar los pagos,
desde la planificación preliminar hasta el cierre de cuentas; si hay demasiados
implicados, será difícil vigilar los gastos y pedir cuentas al coordinador por
el gasto total. Por regla general, el coordinador o la persona responsable de
la planificación del presupuesto deben apartar un 20% para imprevistos.
Programación
Por regla general,
el éxito dependerá de una buena programación. Es imperioso establecer un plazo
realista para la planificación y organización. Por desgracia, esto no se
respeta la mayoría de las veces, sobre todo en el sector empresarial. En
general, se necesita un año de plazo para planificar y organizar un evento
de envergadura.
Cuando has de
trabajar con un presupuesto fijo, resulta ventajoso tener unas fechas
alternativas para obtener las mejores tarifas para el
alojamiento, comida, lugar de
celebración y/o actividades
lúdicas. La flexibilidad es, además, una excelente herramienta de negociación.
Existen muchos
factores adicionales que hay que tener en cuenta, como las obligaciones
profesionales de todos los asistentes, sean participantes o conferenciantes, otros
eventos de naturaleza similar que se organizan en las mismas fechas o justo
antes o después, días festivos, períodos vacacionales, condiciones
meteorológicas previstas, etc. En suma, no es sencillo elegir unas fechas que
agraden a 100 personas, y mucho menos a 500, sobre todo cuando trabajas con un
presupuesto fijo; y es una tarea que puede cobrar dimensiones hercúleas si la
planificación implica la reserva de un sinnúmero de billetes de avión y de
habitaciones de hotel.
Destino y
lugar de celebración
Tanto para la
presupuestación como para otras consideraciones, debes tomar la decisión, al
principio del proceso de planificación, de dónde
celebrar el evento. Es posible que ésta la tome unilateralmente la
dirección o el patrocinador, que puede ser preciso (un
hotel con encanto en la Serranía de Ronda, por ejemplo), o no tan
conciso (cualquier lugar de celebración dentro de un radio de 35km de Sevilla),
o bastante impreciso: "Cualquier sitio sirve, siempre y cuando sea
original y tenga buenos
precios".
A no ser que el
evento requiera un lugar de celebración más aislado, éste debe ser fácilmente
accesible: cerca de una autopista, una estación de trenes o un aeropuerto
internacional. Si vienen en vuelos intercontinentales, los participantes
llegarán con jetlag y la última cosa que les apetecerá hacer es emprender un
largo viaje en coche, autocar o tren. Ha de ser razonable la distancia entre el
aeropuerto y el lugar de celebración, es decir, a no más de dos horas en
cualquier
modo de transporte.
Ni que decir tiene
que el lugar de celebración debe ser cómodo y adecuarse tanto al tipo de evento
que se está organizando como al perfil medio de los participantes. Es
crucial conocer los gustos del público beneficiario antes de decidir dónde se
va a organizar y qué tipo de lugar de celebración se debe elegir. Debido a la
actual tendencia hacia lugares
de celebración más innovadores, hay cada vez más
margen para la originalidad (sin exagerar). Incluso si a los organizadores se les ha
impuesto un destino, esto no quiere decir que el lugar de celebración tenga que
ser poco imaginativo. Como lugares de celebración alternativos, son cada vez
más populares los museos, edificios históricos, jardines botánicas,
haciendas, teatros y yates, por enumerar sólo unos pocos.
Para ayudar a la
dirección a tomar la decisión adecuada, resulta útil hacer una selección de
lugares de celebración, incluyendo las ventajas y desventajas de cada uno de
ellos. Con el auge del Internet, las visitas de inspección ya no son tan
necesarias como antes; no obstante, es aconsejable hacer al menos una en el
caso de eventos de envergadura o resonancia.
porque organizamos el evento lo organizamos por que aprende uno como organizarlo y para que ocacion queremos organizarlo ya se para un evento social,institucional.
ResponderEliminarY como lo podemos planificar y como lo organizaremos.
organizar un evento es muy importante ya q es la forma mas rapida de trasmitirle a todos nuestro mensaje, es necesario que nosotros mismos sepamos como plantear un evento para que nuestro evento tenga mucho exito.
ResponderEliminarbueno aprendemos a oragnizar un evento que lleva un evento como se organiza que estartegias tiene un evento por que sin eso no tiene ningun sentido el evento
ResponderEliminares muy bueno el contenido porque nos dice como organizar un evento y cuales seran esas estrategias a seguir
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